Que no me da la gana pasar media vida buscando esa frase que tal vez ni exista - Extremoduro.

Quién teme al lobo feroz...

miércoles, 31 de marzo de 2010 by Chio Eme
Y quién no lo teme. Parece que hoy en día hay un temor generalizado hacia la soledad; más que temor, yo diría que es una preocupación, un tremendo rechazo.
Hace falta conocer lo malo para apreciar lo bueno, ¿no? Hace poco aprendí que sólo ama el que lo necesita; sólo quien no ha sido querido o ha "sufrido" la soledad es capaz de querer con todas las letras, de apreciar de verdad el amor. Amor. Qué gran palabra y qué grandes errores de concepto te encuentras por ahí sueltos.
¿Por qué tanto miedo a la soledad? Siempre la he visto como algo normal, necesario, esencial para aprender a vivir contigo mismo; pero veo continuamente ejemplos a mi alrededor de cómo la gente no entiende lo mucho que se puede aprender de ella. Mejor dicho, lo mucho que te deja aprender de ti mismo. Es bueno tener tiempo para uno mismo, para pensar, reflexionar, madurar ideas. Darse cuenta de que no cualquier comportamiento es válido y que hay que andar con al menos un pie sobre el suelo, aunque sea de puntillas y a la pata coja.
El problema es que ningún extremo es bueno, y que demasiado tiempo a solas puede volver loco a cualquiera. Demasiado tiempo no son cuatro meses, ni tan siquiera un año.
Así que tomad medicina, curaos de la soledad-fobia o como queráis llamarla. Menos "amar" (aquí amar sería equivalente a utilizar) por egoísmo y más empatía, más reflexión sobre las cosas 8-)
Me he quedado agusto.
Posted in Etiquetas: , | 0 Comments »

U can switch it off and on, u were here but now u're gone

miércoles, 17 de marzo de 2010 by Chio Eme
¿Por qué si el ser humano nace libre nos empeñamos, desde el primer momento en que abre los ojos, en poner impedimentos a su realización personal? Me pregunto por qué si somos nosotros los únicos que habitamos este mundo, lo hemos hecho así. Por qué nos obligamos a seguir unos injustos pasos, por qué queremos medirlo y controlarlo todo. Está claro que los límites son necesarios sólo para frenar el deseo que a veces nos corrompe de pasarnos al "lado oscuro", para evitar la guerra de todos contra todos. Necesitamos ciertas pautas, sí, para no tomarnos la ley y la justicia por nuestra mano, para ser personas y no animales, o simplemente para guiarnos cuando estemos algo perdidos. Pero debería existir un punto medio, pues no somos robots; es imposible asegurar que todos vayamos a reaccionar de una determinada manera ante algo, o que todos asimilemos una situación de dolor de la misma forma. Somos impredecibles. Siempre pienso, ¿por qué si somos los únicos que tomamos parte activa en el curso de la historia, no lo hacemos a nuestra manera? ¿qué nos podría detener que no pudiéramos detener nosotros?
No somos supermanes, tampoco es que podamos abarcarlo todo, pero creernos los reyes del mundo, ¿por qué no? hasta el momento nadie puede demostrar lo contrario.
Siento que hay demasiadas cosas que se nos escapan, que no podemos explicar de ninguna forma, pero sí intuir, como se intuye que alguien está triste sólo con mirarle a los ojos. El único límite real que podemos encontrar es la muerte, pero resulta muy extraño pararse a pensar en ella, pues parece quedar tan lejos... de modo que mejor ni nombrarla.
Hasta entonces, tenemos mucho tiempo, el necesario, para poder absorber todo lo que nos rodea con la máxima eficacia que podamos alcanzar. Hay tantas cosas por conocer que jamás sabremos, tantos libros que no leeremos, tantas ideas que quedaron plasmadas por algún genio al que nunca se llegó a reconocer... y todo está ahí, escondido en el lugar exacto para que podamos encontrarlo.
Yo quiero aprender, abrir mi mente, leer a todos los clásicos y al mismo tiempo conocer todo lo moderno; saber lo que ocurre a mi alrededor y disfrutar de las mejores historias y la mejor música creada. Aprender de otras personas.
En definitiva, quiero un método de enseñanza y educación que no es éste, quiero no tener que elegir qué estudiar como si una persona con dieciocho años tuviera claro que quiere centrarse en una pequeña rama del conocimiento más que en otras. Jamás entenderé nada de cómo funciona esto. ¿De verdad estamos listos para limitarnos ya, tan pronto? Entiendo que en algún momento hay que tomar decisiones, que hay que hacer algo, buscarse un futuro y que todo lo que yo digo suena utópico y sería, en la práctica, imposible. Pero bueno, he ahí mis sueños; no parar nunca de conocer, pues creo que se es aprendiz durante toda la vida y nunca se sabe lo suficiente sobre algo.
Posted in Etiquetas: , | 0 Comments »

Desafiar lo correcto, instalarse en lo absurdo

miércoles, 3 de marzo de 2010 by Chio Eme
Destápate, improvisa, déjate llevar. Siente el aire golpeándote los labios, luchando por llegar a lo más hondo de tu garganta. Siente la vida misma corriendo a la velocidad de la luz por tus venas. Todos los impulsos reprimidos de tu cuerpo que nunca has dejado salir: saltar, gritar, llorar, golpear, correr, volar... Trágalos, aspirálos... aprovéchalos.
Ser un animal que sólo se guía por el instinto, que no busca nada ni persigue nada excepto lo que sea fundamental para su supervivencia, que todo lo que le mueve a actuar es sentirse vivo.
Respirar tan hondo que el aire lastime tu laringe, que lo sientas burbujear en tus pulmones. ¿Hay algo más real que estar vivo?
No se trata de evadirse, ni de tratar de dejar la mente en blanco, sino sólo de aprovechar el momento. Sólo eso, vivir en el presente, que es lo único que podemos acercarnos a intuir.
Sentir que se realizan tus cinco sentidos, pero al mismo tiempo que toda experiencia es íntima, emocional y no sensible. Contradicciones aparentes que perfectamente encajan con lo real.
Liberarse de los prejuicios, de las inhibiciones, de la utilidad, de la finalidad, de lo material.

A todo se le llama "estilo o modo de vida" pero, yo prefiero llamarlo "modo de existir", pues vivir no es cualquier cosa, no es dejar pasar el tiempo sin más. No por respirar estás más vivo que cualquier muerto, no porque tu corazón siga latiendo dejas de estar inerte. Los lazos que unen a la vida son frágiles, casi como hilos invisibles, y es precisamente ésta livianidad que los caracteriza la responsable de que podamos sentir los límites de la vida en las situaciones de más pura adrenalina. El cuerpo es débil, enfermizo: hay gente que ha pasado a mejor vida y la tenemos más presente en nuestro día a día que a muchas de las personas que nos rodean. ¿Por qué? Porque nos han marcado, porque su presencia fue tan fuerte que no se ha ido porque hayan abandonado un cuerpo, y porque la presencia de los otros nos pasa inadvertida, porque uno no nota que vivan, no han encontrado esa fuerza que los inunde y les haga sentirse vivos.
No podemos ser sólo cuerpos, hay que vivir de puertas para afuera, aceptar que no todo se puede medir ni todo se puede explicar a través de fundamentos lógicos y razonables. Vivir en lo desconocido aporta desafíos, susto, expectación... sentimientos.
Posted in Etiquetas: | 1 Comment »

ADD THE SLIDER CODE HERE