Que no me da la gana pasar media vida buscando esa frase que tal vez ni exista - Extremoduro.

¿Dónde se han quedao tus sueños? Tienes el alma desnuda.

martes, 16 de febrero de 2010 by Chio Eme
Dando un paseillo por el blog de Paulo Coelho (a quien admiro enormemente) me he encontrado con esta increíble, y cierta, reflexión:

"Whenever we need to make a very important decision it is best to trust our instincts, because reason usually tries to remove us from our dream, saying that the time is not yet right. Reason is afraid of defeat, but intuition enjoys life and its challenges."

Viene a significar algo así:
"Cuando necesitemos tomar una decisión muy importante, es mejor que confiemos en nuestros instintos, porque la razón suele intentar alejarnos de nuestro sueño, diciendo que aún no es el momento adecuado. A la razón le asusta perder, pero la intuición disfruta la vida y sus desafíos."

Sin duda creo que esta afirmación tiene un carácter esencial, fundamental y, como todo lo fundamental, suele pasar inadvertido, es fácil de olvidar.
Últimamente no paro de preguntarme acerca de los sueños, las metas. Dícese de todo aquello que nos mueve a luchar, que actúa como motor interno. Esas ideas que le dan el toque de sentido a lo que hacemos.
Soñar es gratis, ése es casi siempre el problema. Aspirar a coger en brazos a un elefante, siendo una diminuta hormiga. ¿Que nada es imposible? Bueno, lo cierto es que siempre he sido muy negativa con respecto a este supuesto. Negativisimo o comodidad. A veces no se me da bien distinguir uno de otro.
Está bien tener sueños, ser ambiciosos, ilusionarnos; pero resulta frustrante cuando no sabes cómo llevarlos a cabo. Me siento como una tremenda mentirosa cada vez que me digo esto, ¿acaso trato de convencerme a mí misma de algo? Quizá lo único que hay que hacer es lanzarse, de lleno, de cabeza, a la piscina. Porque otro principio esencial es el del "nunca sabes de lo que eres capaz hasta que lo intentas"; pues sí, no te digo yo que no. Por eso mismo siempre he resumido el problema de mi vida a la expresión m/e/m, que quiere decir algo así como miedo/excusa/miedo.
Todos los días me propongo sacar la bola de papel arrugado que guardo por algún rincón de mi mente; ese lugar donde un día debieron estar mis sueños, en el que ya apenas asomo la cabeza para no sentirme demasiado tentada a hacerlos. Tampoco es que haya sufrido demasiadas derrotas; creo que siempre he sufrido más intensamente el dolor que deja la intuición de la derrota que la derrota en sí misma. El miedo.
Ya no hago listas de sueños, sino listas de miedos. No sé qué cosas quiero hacer, sino las que no quiero hacer. No me decido a hacer nada, y si lo hago es siempre por descarte.
Instalada en esta desidia y esta ceguera tan inmensa, me prometo a mí misma que mañana seré luchadora, que me intentaré comer el mundo. Pero no se trata de intentarlo, sino de hacerlo. Si yo la teoría siempre me la he sabido bien; pero qué difícil es siempre la práctica... De lejos parece tan difícil que da hasta pereza imaginarla. Y si ni siquiera la imaginas, ¿cómo vas a realizarla? Yo y mi eterno problema: tener que repasarlo todo mentalmente 5.500 veces antes de llevarlo a cabo. Me cuesta darle vía libre a la espontaneidad, aunque lo intento.
De acuerdo, vamos a realizar el sueño, nuestro sueño. La actitud está tomada. Ahora, ¿qué sueño? A veces no sé si es que no se tiene tal sueño o si es que no se está lo suficientemente lúcido aún para visualizarlo.
O quizá sea sólo otra excusa, o miedo.


Posted in Etiquetas: , | 2 Comments »

Tirando de la cadena del pensadero...

miércoles, 10 de febrero de 2010 by Chio Eme
No sé si alguna vez habéis tenido la sensación de no pertenecer a ningún sitio, o de tener los pies siempre fuera del tiesto, colgando y balanceándose a su merced. A veces se trata de inhibición, a veces de cansancio y la mayoría de las veces de impotencia y sueños. No sé en qué momento comencé a soñar con otros lugares, con otros mundos y otras sensaciones, pero desde entonces no puedo parar.
Me siento agusto en mi piel, es decir, al menos parte del tiempo. Ni he nacido en un hogar de mierda ni en una ciudad de mierda. Todo lo contrario, soy una enamorada de Granada y siento un tremendo respeto y afecto por mi familia aunque, como todas, tenga sus fantasmas... No me preocupa; procuro limitarme a vivir pensando en el futuro, sí, porque nunca se me ha dado bien vivir el presente, pese a que lo intente con todos mis esfuerzos. No miro atrás, no me gusta volver la vista y desandar lo andado, aunque a veces tus pies cobren vida propia y tracen los caminos que les dé la gana. No suele ser a menudo, por lo que no me preocupa pero, ¿y qué hay del hoy? El hoy es intragable cuando el lugar no parece ser el más adecuado, lo cual no lo convierte en el equivocado, pero tampoco en el más correcto. Se trata de sensaciones, siempre lo he pensado. Cuando algo no te transmite, hasta aquí hemos llegado.
A mí Granada me transmite, me transmite y mucho, aunque para buscar esa sensación tenga que escaparme al Paseo de los tristes cada dos por tres, pero lo hago encantada. Cuesta desprenderse de un lugar tan mágico y a tan sólo veinte minutejos de tu casa. No todo es fiesta, fiesta, fiesta, hasta que amanezca, no. Pero incluso en un lugar tan bonito como éste la monotonía termina por llegarte, pero ésta es llevadera si se da un par de veces al mes. La cosa se hace insostenible cuando se convierte en una rutina diaria, ¿y qué la ocasiona? El colegio sobre todo, el estudiar cada tarde... y segundo de bachillerato, para ser más exactos. ¿Qué quiero hacer con mi vida? No lo sé. Ah, pues deberías ir pensándolo. ¿Pero qué otra cosa supones que he hecho desde que tengo uso de razón? No soporto los discursos sobre "piensa en tu futuro, en las salidas..." maldigo a la primera persona que pronunciara "salidas" refiriéndose a las carreras por primera vez, aunque me imagino que si esta expresión no existiera, seguramanete habría otra por el estilo para darte una ostia cada vez que la escuchas. No puedo pensar en ello, no, ahora no. Demasiado tengo con decidir qué narices quiero estudiar como para pararme a pensar también en lo que de ello de sí de aquí a seis años. Miento, pienso en todo, mi cabeza fue sustituida por una batidora hará ya unos dos o tres años y desde entonces no para de inventar nuevos futuros para mí que se difuminan tan pronto como me pongo a escribir. ¿No podría haber una carrera que ayudara a los aspirantes a escritores? Ya sé que te podrían enseñar bien poco, pues como siempre he pensado eso debe tratarse de un pequeño don, o una cierta magia a la hora de escribir, algo innato. Que lo tienes, bien, que no, hasta otra. Pero no sé si es algo que se pueda ir educando, forzando... supongo que sí puedes cultivarlo, mimarlo, y darle rienda suelta de vez en cuando, cuando te apetezca soltar parrafadas enormes sobre algo que tienes en la cabeza y ya no sabes ni con quién ni cómo hablarlo. Ay.
Más suspiros... Ojalá pudiera hacer un viaje al futuro para ver en qué facultad me matriculo; si seguiré en mi ciudad de mis amores o tendré la posibilidad de embarcarme a un nuevo lugar como tanto ansío también.

Posted in Etiquetas: , | 0 Comments »

Somos unos animales

lunes, 8 de febrero de 2010 by Chio Eme
Me has quitado las palabras, así como el sentido común. Me haces sentir más pequeña de lo que jamás me has llegado a conocer. Todo entendimiento me parece inútil, abstracto, haces que mis pensamientos tiendan a lo ridículo, y haces que me sienta ridícula yo también.
Ridícula por dar pasos hacia atrás, como mis amigos los cangrejos; casi diría que yo retrocedo ya bastante más rápido que ellos. Ridícula por no comprender por qué me pasa esto. Haces que todos los supuestos en que yo creía sujeta mi vida se derrumben con la más leve brisa de tu aliento. Con el más simple e innato de tus gestos. Con dos segundos en que tus ojos sostengan a los míos. Con dos segundos que me quede con la cara y la sonrisa de idiota.
Qué asco. Qué indecisión y qué poca claridad. Quiero verte, hablar contigo y abrazarte, créeme, no mucho más que eso, porque sé que más no habrá nunca. Pero no quiero escucharte, ni recordar tu voz, ni tus gestos... porque me duelen como espadas cuando desapareces doblando la esquina, y te llevas toda fuerza y toda brizna de felicidad que me pertenezca, que me haya currado y trabajado durante este prolongado tiempo intentando sobreponerme al destino.
Lo has conseguido, bueno, lo habéis, ya no creo en el amor. Créalo quien quiera y critíquelo quien guste, pero es la verdad. Porque si pretendéis que crea que amor es eso que decís, váis listos. No veo amor a mi alrededor. Creo que en parte sois conscientes de vuestro engaño, porque muchas veces es más egoísmo que otra cosa. No es amor retener a alguien haciéndole pensar que tú también estás enamorado sólo por costumbre, porque creas que necesitas a esa persona para darle sentido a tu rutina. Porque te gusten los momentos que pasas con esa persona en ocasiones. No, no se trata de momentos, si no de personas. Los momentos son inabarcables e incontables cuando es la adecuada. Cuando el amor me llegue y me llegue en son de paz, sin intención de golpearme y aturdirme con el dolor de los amores no correspondidos, espero por dios que sea bastante más que eso a lo que jugáis a llamar amor.

Posted in Etiquetas: | 0 Comments »

ADD THE SLIDER CODE HERE