Con casi dos litros de cafeína en el cuerpo, me dispongo a afrontar dos horillas y media más de estudio... Pobre de la próxima persona que me diga "veeenga, pero si segundo no es para tanto..."... y una mierda. Ya no se trata sólo de cansancio físico, se trata de que nos machaca emocionalmente. Puedo parecer una exagerada, pero estoy harta de ver una desproporción evidente entre mi esfuerzo y el resultado; llega un punto en el que te sientes incapaz de hacerlo, inferior intelectualmente a los demás, imbécil, inútil... y así podría seguir calificándome y ocupar mil entradas.
No podemos tirar la toalla, estamos a tan sólo 5 de mayo... pues no nos queda ná. Queda lo peorcito de lo peorcito, quedan días como éste y peores; no consigo entender por qué nos ponen a prueba de esta forma tan cruel, parece que quieren que lleguemos a nuestro límite y lo superemos o como hoy nos decía un profesor, andando muy en lo cierto, parece que quieren que seamos máquinas y nos presionan tanto para ayudar a "nuestro perfeccionamiento"... ¿de verdad piensan que no salir más de dos semanas seguidas de tu casa (como poco) es contribuir al perfeccionamiento de uno mismo? Y encima nos lo dicen y se quedan tan jodidamente panchos: "Bueno, este curso ya sabéis lo que toca, no salir, estudiar, y ya veréis la recompensa"... Por favor, mirad en primer lugar somos personas y no robots, tenemos 17 ó 18 increíbles años que ya os gustaría a vosotros, y esa no es manera de vivirlos... ¿Que hay que estudiar? Pues claro. ¿Que hay que esforzarse? Evidentemente. No esperes conseguir algo sin esforzarte por ello primero. Pero el método deja bastante que desear...
No es que mi odio esté dirigido exclusivamente a los profesores, ni que fueran ellos los únicos artífices del crimen de nuestra persona y nuestra alegría. Lo que en general se consigue es que el odio se remita a mí misma por no poder con esto, por sentir por momentos que me supera. Por regañarme por distraerme un sólo segundo.
En fin, el mejor año de nuestras vidas, oye.
semillas amarillas, semillas rotas de nuevo.
Hace 6 años
1 comentarios:
Es tal el estado de desesperación que odias hasta respirar en esos momentos, lo odias todo...
¡Qué asco!
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