¿Qué significa seguir y alcanzar un sueño? Siempre me pregunto si de verdad existe gente que lo haga, que se ponga en mente una meta y no pare hasta conseguirla. Sé que sí, que gracias a Dios hay mucha gente que lo hace, pues o bien nacen con esa predisposición genética que les empuja a luchar, o bien sufren el famoso punto de inflexión que les cambia el modo de plantearse la vida. Siempre he querido situarme en lo segundo; pero aquí me hallo en estado de espera de ese punto, de ese cambio de chip o terremoto emocional.
Es sólo que me cuesta creer que los seres humanos tengamos tanto poder transformador en nuestro interior, pero el hecho de que haya gente que lo consiga sacar significa que ahí está, dentro de todos. Porque no creo que sea algo reservado tan sólo a unos pocos; simplemente, por las circunstancias que sean, algunos consiguen potenciarlo y otros ni se enteran de que eso exista.
Más de una vez he escuchado que todo está en el coco, en cómo decidas usarlo. Entonces, irremediablemente, llego a la conclusión de que debe ser que aún no he aprendido a usarlo bien, para qué engañarnos. Es como si una parte de mí me dictase a gritos la teoría, pero otra parte me arrastrara a la confusión de quien tiene un cubo de rubik y no sabe cómo resolverlo. Ahí está el material, pero no tengo la certeza plena de cómo utilizarlo.
Lo frustrante de los sueños es, sin duda, cuando crees haber luchado por ellos y te ves tirado en el suelo sufriendo una derrota. Sé que es difícil que algo salga bien a la primera, pero no soy precisamente un ejemplo de superación y coraje, sino más bien de cobardía y debilidad, pues rendirse a la primera deja bastante que desear. Hay que levantarse, y dicen que ahí está el mérito pero... qué abstracto todo. En seguida embarga la necesidad de replanteárselo todo: ¿y si no valgo para esto? ¿y si ése era el máximo que puedo alcanzar y visto lo visto no es suficiente? ¿y si...? Te cuestionas seriamente que, si creías que habías estado usando el coco, intentando desarrollar ese poder transformador para conseguir una meta, entonces, ¿eso es todo? ¿no das para más?
Tonterías, supongo. Sólo se me viene una frase a la cabeza, que es la que debería prevalecer sobre todo esto: no esperes conseguir experiencia sin errores. Pero qué fácil es decirlo.
semillas amarillas, semillas rotas de nuevo.
Hace 6 años
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