Imagina tener manos y no saber dónde meterlas. A mí me pasa; voy andando por la calle y me siento desnuda si no tengo bolsillos donde llevarlas. Imagina tener pies y no saber cómo hacerlos andar. Tener ojos y no saber cómo abrirlos para ver. Imagina tener todos los órganos de los sentidos en sus óptimas condiciones para desarrollarse pero, sencillamente, no poder hacerlo. Imagina tener toda la materia frente a ti, lista para modelarse, pero percatarte de que ha debido cometerse un error, pues tú no eres ningún demiurgo. No sabes por qué está ahí, qué debes hacer con ella; no tienen esa gracia tus manos. Muchos te dirán: pues improvisa. Ya. Se ve que a todos nos gusta eso de improvisar. Que, realmente, cuando uno no sabe que hacer con su masa, es la mejor alternativa.
Pero imagina tener mejor suerte: ser un demiurgo que, realmente, anhela ser, por ejemplo, materia. Seguro que sus anhelos poseen la suficiente fuerza y es tal la ilusión que le invade, que ya tiene un motivo lo suficientemente poderoso como para luchar por ser materia. Yo a veces lo veo así; como si todos naciéramos desde una posición distinta, o igual: demiurgos, materia, barro, arcilla... y desde ahí, cada cual, pudiera estar conforme con lo que le va tocando, o tuviera la opción de elegir, o pudiera cambiar su pan por una sandía. El caso es querer; tener algo que te motive, una razón por la que querer ser una cosa y no otra, o una razón simplemente para ser, aprovechar el hecho de ser e improvisar, en caso de que no se te ocurra nada mejor que hacer. Pero, siempre hay un margen de error, ¿no? El famoso 0'000007% responsable de resultados no deseados. ¿Y si eres demiurgo, y no tienes ganas de serlo, pero tampoco tienes ganas de ser cualquier otra cosa? ¿Y si tampoco le ves sentido a improvisar?
En fin por estaciones se mueve el mundo.
semillas amarillas, semillas rotas de nuevo.
Hace 6 años
3 comentarios:
Yo creo que todos somos demiurgos. Tenemos una cantidad enorme de materia que podemos modelar para crear un mundo a nuestro gusto.
Pero me encuentro con el mismo problema que dices...¿y si no tienes ganas? ¿y si aparece el maldito margen de error?
Pero bueno... habrá que echarle toda la ilusión que se pueda. No queda otra.
=)
Ala, jajjaja, que curioso.
SÍÍÍ,ESTOY PONIÉNDOME AL DÍA EN ÉSTO DEL PUTO BLOG...Que hace tiempo que no lo pongo al día :)
hay momentos, hay malos momentos en los que uno desearía ser el "hacedor"(permíteme la palabra), que no creador, de todo el universo y hacer ciertas cosas que cambien el rumbo de los caminos. Hay una cosa muy importante, desear querer estar bien, no saber por qué,pero quererlo con todas fuerzas. Esta vez no la busques, encuéntrala siendo paciente, y creyendo en ti misma, eres alguien, y gracias a ti mucha gente sonríe cada vez que se despierta, aunq ellos no sepan por qué, lo hacen gracias a ti. ¿por qué?no hay simples hecho que confirmen la regla d q les hacees bien, pero simplemente siendo, consigues mucho. no pienses que los demás piensan lo que tú piensas, haz, e incluso creo pero no te olvides de ti. No te abandones.
Hay veces, que lo mental se convierte en físico.
Te lo dice la que somatiza!:P
tQk
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