Que no me da la gana pasar media vida buscando esa frase que tal vez ni exista - Extremoduro.

La culpa no es tuya, es del sistema.

lunes, 22 de noviembre de 2010 by Chio Eme
Ésa es la frase favorita de mi hermana en estos días difíciles. Como un premio de consolación que me ofrece amablemente y que yo muy amablemente acepto. Tengo tantas cosas que decir...
Como que, por ejemplo, cuando la bestia te enseña los dientes te da la oportunidad de poder observarlos más de cerca y de darte cuenta de que no son ni tan grandes ni tan afilados. Que madrugar puede tener su gracia, hasta puedes piyarle el gustillo y todo. Que me gusta tragarme absurdos programas sobre americanos viviendo el sueño americano para regocijarme en la confortable sensación de darme cuenta de que yo no quiero eso. Que tengo tiempo para leer con tranquilidad, de ponerme metas personales que me divierten. Que tengo tiempo para mirarme las uñas de los pies y reparar en que, pobrecitas, qué poco las miro. Tiempo para hacerme tranquilísimamente un gran desayuno. Tiempo para aprender a cocinar un poco mejor. Tiempo para darme cuenta de que hacer las cosas que me gustan no es una cuestión de tiempo, sino de ganas, y que las ganas no son algo inherente a mi persona, así que tengo que ir recolectándolas, cargar la batería con antelación. Tiempo para hacer listas de películas que quiero ver y que sé que todavía pasará un largo tiempo hasta que las vea. Tiempo para pensar demasiado, y eso tiene sus peros. Tiempo para reparar en que son casi las 9 y mi madre aún no se ha levantado (pero qué bien vive esta mujer, ¿no?). Tiempo hasta para darme cuenta de que últimamente noto la ausencia de un cojín en el sofá.  
Pero también pienso en cosas algo más trascendentales, por si alguien empezaba a preocuparse. Tengo tiempo para aprender a estar conmigo. Tiempo para aprender a valorar el trabajo duro, el esfuerzo. Todo ese camino de lucha y empeño que deja dentro de ti esa gran sensación de paz interior, de sentir que estás haciendo las cosas bien y que te mereces esa recompensa, ese bienestar, esa meta alcanzada. He descubierto lo mucho que echo de menos ese trabajo, porque no es fácil llevar toda la vida en una línea y de pronto verla algo lejillos de ti (aunque todo sea relativo y esa línea pueda estar contigo siempre; que sí, que muy bien). Lo mucho que echo de menos esforzarme por algo y dotar a mi cerebro de sentido. Nunca había entendido muy bien cuál era el camino aunque me muriera de ganas por recorrerlo. Y ahora lo veo, está ahí, jugando conmigo al despiste, al "ahora te dejo pasar, ahora no" y sólo puedo resignarme, y eso hago, y, de verdad, que no me importa. Que también he aprendido a tomarme las cosas con más calma y sé que el camino sigue ahí, con esa puerta entrecerrada, y que si no se abre hoy, ya la abriré yo dentro de unos meses.
Yo lo único que he sentido estos días ha sido un profundo odio y tedio hacia ese poco agraciado tiempo de pause. Y ahora, evidentemente, me doy cuenta de que este tiempo también ha dado sus frutos. Lo ganado, me lo guardo para mí; lo perdido puede perderse para siempre, porque estaba deseando desprenderme de ello. 
Así pues, me parece que echarle la culpa de todo al sistema es tener un poco de cara por mi parte, y generosamente recojo mi parte de culpa. En fin, el tiempo pasa, sigue pasando, y al pause le quedan los días contadísimos. Ilusión, paciencia, esfuerzo: son las herramientas /frutos que me quedan para afrontar lo que quiera que venga.
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9 comentarios:

Lams dijo...

No sabes lo mucho que me alegra esta entrada, Chío.

Y me da ganas de continuar esa gran charla profunda que varias veces hemos empezado; dosis de psicoanálisis para todos.

Qué bien que puedas ya mirar el lado positivo... =]

El buscador del rol dijo...

"y que las ganas no son algo inherente a mi persona, así que tengo que ir recolectándolas, cargar la batería con antelación."

Me gusta mucho lo que dices en esta entrada. Veo que por fin le sacas cosas buenas a estos días. Y es que hay pocas cosas a las que no se les pueda sacar un lado positivo. Y no hay absolutamente nada, de lo que no aprendamos.

Carga tu bateria con muchísimas ganas y aprovecha estos días que, como te he dicho ya varias veces, puede que sean únicos =)

Carmen Hinojosa dijo...

Me alegra leer esto, me alegra leer lo que dice y leerlo ASÍ.
Sabes que tienes el cargador,y son las ganas. Sabes que yo a veces me cargo de energía, solo por saborear un poquito más las cosas buenas, sin olvidar que hay malas, que haberlas haylas, y sin obviar las buenas que abunden o no: SON BUENAS!

Gea dijo...

Dioss!
ME alegra verte asi,con energia y motiviacion que son el inicio de todo, lo mas importante,las ganas y lo demás ya vendra.
La botella pa' llenarla hay que verla siempre medio llena =)

Víctor dijo...

Me encanta esto que has escrito Chio.
Es positivismo puro, con lo que me gusta a mí. ^^

Meri dijo...

oh, pero ¡cómo puedes expresarte tan bien!


ENVIDIA.

Anónimo dijo...

(:

soy jude(:

J. Morales dijo...

Veo que ya empieza todo a ir pa'lante. Enhorabuena Chio, me alegro mucho de que todo vuelva a funcionar, y de que nos lo cuentes con esas ganas. Un abrazoo enorme =D

Kundera dijo...

¡Que maravilla! Es admirable.

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