Que no me da la gana pasar media vida buscando esa frase que tal vez ni exista - Extremoduro.

De boda en boda y tiro porque me toca...

lunes, 19 de septiembre de 2011 by Chio Eme
Quiero no querer cambiar cada centímetro de mi cabeza, de mi ser, de mi forma de actuar o razonar en cada momento.
Quiero no querer gritarme, odiarme, no sentirme víctima de mis razocinios.
Quiero no sentir la necesidad de huir de donde sea cuando lo que busque en realidad sea escapar de mí misma y de mis juicios.
Quiero no ser como soy, pero al mismo tiempo quiero quererlo. Porque no quiero sentir mi propio rechazo y, con él, provocar el de los demás, o al menos así creerlo.
Quiero no sentir necesidad, lo que quiero es necesitarme.
Quiero quererme en cada una de mis facetas, naturales o provocadas. Pero, sobre todo, quiero no tener miedo de mí misma, de mis propios y escondidos deseos. Quiero encontrar la forma de aceptarlos, de materializarlos.
Quiero poder dormir sin recurrir a absurdas fantasías idílicas y no naturales a mi ser, pues quiero ansiar mis propios sueños, llegar a ellos directamente, sin florituras, sin caminos intermedios.
Quiero aprender a decir ¡NO! sin miedo, sin temor a que me rehúyan o se molesten. 
Quiero estar segura del sentido y la razón de mis pasos, y no tener que parar a recodármelos. Quiero no tener que recordarme hacer las cosas, mis cosas, las que se supone ansío, por las que se supone vivo.
Y, más claramente, quiero querer esas cosas. Quiero querer lo que sea, lo que sea que me dicte la conciencia.
Quiero no esconderlo, quiero no concentrar mi atención en lo imposible y convencerme de que sea eso lo que quiero; no nos engañemos, probablemente lo sea, pero quiero dejar de usarlo como escudo, dejar de tener sólo eso en cuenta.
Dejar de querer tener lo imposible, pues con ello sólo busco no querer tener lo posible, pues lo posible es realizable, y lo realizable me asusta.

4 comentarios:

Carmen Hinojosa dijo...

Chío, pensarás que te lo digo como siempre, pero no sé, me encanta, me encanta literalmente, es de lo mejor que he leído tuyo y ya me lo había advertido Tere.
Grandioso :P

Carmen Hinojosa dijo...

pd: no quiero dejar de leerte nunca...

El buscador del rol dijo...

Este es uno de los temas que más me atrae, los que hablan de la relación con uno mismo.

Hace ya un tiempo que me empecé a dar cuenta de una paradoja, nos pasamos la vida dándole vueltas a la cabeza acerca de como relacionarnos con los demás, las personas que tenemos alrededor, que nos acepten, que no quedemos mal delante de ellos... Y no nos paramos a pensar lo emocionante que es la relación amor-odio que tenemos con nosotros mismos. Nunca nadie te va a amar como tú te puedes llegar a amar porque nunca nadie va a saber tanto de ti, pero también es cierto que nadie puede ser tan cruel con nosotros como nosotros mismos, porque conocemos todos nuestros puntos débiles y cuáles son las armas que nos derribarían.

En encontrar el equilibrio, como en casi todo, está la magia. Ser aliado de uno mismo no sólo hace realizable lo posible sino también lo imposible....

Gran entrada (aunque el título me despistó un montón!!!)

Meri dijo...

Me encanta.

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